sábado, 23 de noviembre de 2013

Imagenes

Trastornos Psicologicos

sábado, 16 de noviembre de 2013

Trastornos Psicologicos Afectivos

sábado, 9 de noviembre de 2013

Objetivos del Blog

Este blog forma parte de una práctica escolar de la materia de NTIC, de la Universidad de Sonora.

Introduccion

 Los trastornos mentales son un problema importante ya que si muchos no acuden al psicólogo podría pasar a problemas mayores,y eso es lo que se quiere evitar.
Un trastorno mental o del comportamiento se caracteriza por una perturbación de la actividad intelectual, el estado de ánimo o el comportamiento que no se ajusta a las creencias y las normas culturales. En la mayoría de los casos, los síntomas van acompañados de angustia e interferencia con las funciones personales.
Algunas personas que sufren de dichos trastornos les es difícil aceptar que sufren de trastornos, otras personas ya lo saben pero no tienen idea de que hacer, y hay personas que sufren de estos por el medio en el que viven o por lo que han vivido.







Trastornos Psicologicos

 La psicología es un tema muy amplio por lo tanto ahora decidí leer acerca de los trastornos psicológicos, y como tienen que ver los miedos y fobias,los sueños con esto y en verdad me llamo la atencion y también escogí este tema porque es sorprendente cómo trabaja la mente humana y como así han surgido mentes brillantes también las han surgido las trastornadas, y al elegir este tema me gustaria saber a qué grado la mente puede ser afectada y llegar a estar trastornada,cuando se empiezan esos cambios y a que se deben, como evitarlos y cómo solucionarlos. Muchos no le toman importancia a esto y sin embargo esto es causante de varios problemas.



Los trastornos psicológicos se pueden entender como un malestar o discapacidad referente a los q es el aprendizaje y conducta. Algunos de estos son:
  • Trastornos del Estado de Ánimo
    • Depresión
    • Trastorno bipolar
  • Trastornos de Ansiedad
    • Fobias específicas
    • Fobia Social
    • Trastorno por Estrés Postraumático
    • Trastorno de Pánico con o sin Agorafobia
    • Trastorno Obsesivo-Compulsivo
    • Trastorno de Ansiedad Generalizada
  • Hipocondría
  • Problemas de Pareja
  • Trastornos Sexuales
  • Trastornos del Sueño
  • Adicciones
  • Problemas con la toma de decisiones
  • Baja autoestima
  • Inseguridad,etc

Pueden aparecer en varones y mujeres de cualquier edad y en cualquier raza o grupo étnico. Aunque no se conocen perfectamente las causas de muchos trastornos mentales, se cree que dependen de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales, como sucesos estresantes, problemas familiares, enfermedades cerebrales, trastornos hereditarios o genéticos y problemas médicos. En la mayoría de los casos, los trastornos mentales pueden diagnosticarse y tratarse eficazmente.

Trastornos del Estado de Ánimo

 ¿Experimenta estados de ánimo intensos?

¿Algunos días se siente muy feliz y con mucha energía y otros muy triste y deprimido? ¿Le duran estos estados de ánimo una semana o más? ¿Le es difícil dormir, concentrarse, o ir a trabajar debido a estos cambios de ánimo?
Algunas personas que experimentan estos síntomas sufren del trastorno bipolar, una grave enfermedad mental.




Depresión:                      


Los trastornos del ánimo son un grupo heterogéneo y prevalente de enfermedades médicas multisistémicas, que se manifiestan con grados variables de depresión, euforia o irritabilidad y se asocian a un significativo deterioro físico y social.
Los trastornos del ánimo se manifiestan clínicamente a nivel de:
-las emociones (sentimientos o sensaciones subjetivas),
-la conducta (actitudes o formas de actuar en la vida cotidiana)
- el funcionamiento neurovegetativo (funciones y ritmos biológicos básicos).En años recientes, diferentes corrientes de la psiquiatría han convergido, alcanzando substanciales consensos, que se han ido plasmando en los rigurosos sistemas nosológicos actualmente en vigor (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM-IV; y Clasificación Internacional de Enfermedades, ICD-10).


Animo, afecto y episodio anímico


El ánimo es el estado mantenido de emocionalidad interna de una persona, mientras que el afecto es la expresión externa de un cierto contenido emocional en un momento dado. Es normal experimentar un amplio rango de ánimos y afectos, respondiendo a condicionantes externos e internos. Generalmente existe la capacidad de controlar sus manifestaciones; cuando el ánimo de una persona se enferma y se produce un episodio anímico, existe una pérdida de esa sensación de control, aparece aflicción subjetiva, alteraciones neurovegetativas y cambios persistentes en la capacidad funcional del individuo. Por lo general, el individuo retorna a su normalidad anímica, una vez superado el episodio.


Cambios en algunos aspectos emocionales, como la tristeza durante un duelo o la aflicción subjetiva en momentos difíciles o de cambio, no constituyen necesariamente enfermedad. Por otra parte, es común que se trivialice o minimice la existencia de alteraciones patológicas del ánimo. Aún existe escepticismo acerca de la naturaleza médica de los trastornos del ánimo, aunque esté demostrado que son enfermedades sindromáticas, recurrentes, heredables y altamente tratables con tratamientos somáticos (eficacia terapéutica que se potencia al asociar tratamiento psicoterapéutico).


Un episodio anímico puede ser de elevación patológica (episodios de manía e hipomanía) o de caída o disminución patológica del ánimo (episodio depresivo mayor y distímico). La naturaleza del episodio presente y la de eventuales episodios anímicos previos, determinan qué tipo de trastorno del ánimo sufre un individuo.




Trastorno bipolar:



                                           


El trastorno bipolar también puede provocar cambios en la energía y el comportamiento.
El trastorno bipolar no es lo mismo que los altibajos que experimentan todas las personas. Los síntomas bipolares son más potentes. Pueden dañar las relaciones entre personas y hacer que sea más difícil ir a la escuela o conservar un empleo. También pueden ser peligrosos. Algunos personas que sufren del trastorno bipolar intentan hacerse daño o suicidarse.
Los que sufren del trastorno bipolar pueden obtener tratamiento. Con ayuda pueden mejorar y llevar vidas exitosas.
Los cambios de estado de ánimo bipolares se llaman “episodios anímicos”. Las personas pueden tener episodios maníacos, depresivos, o “mixtos”. Un episodio mixto incluye síntomas tanto maníacos como depresivos. Estos episodios anímicos provocan síntomas que duran una semana o dos y a veces más. Durante un episodio, los síntomas se presentan todos los días durante la mayor parte del día.
Los episodios anímicos son intensos. Las emociones son fuertes y ocurren junto con cambios extremos en los niveles de comportamiento y energía.


Sentirse muy “alegres” o “animados”
Sentirse muy “nerviosos” o “alterados/ansiosos”
Hablar muy rápido de muchas cosas distintas
Estar inquietos, irritados, o “sensibles”
Tener problemas para relajarse o dormir
Creerse capaz de hacer muchas cosas a la vez y estar más activos de lo común
Hacer cosas arriesgadas, como gastar mucho dinero o tener sexo sin cuidado alguno
Los que sufren un episodio depresivo pueden:
Sentirse muy “deprimidos” o tristes
Sentirse preocupados y vacíos
Tener problemas para concentrarse
Olvidarse mucho las cosas
Perder el interés en actividades divertidas y volverse menos activos
Sentirse cansados o sin energía
Tener dificultad para dormir
Pensar en la muerte o el suicidio
Varios factores pueden contribuir al trastorno bipolar, entre ellos:
Los genes, porque la enfermedad es hereditaria
La anormalidad en la estructura y función del cerebro
Las causas del trastorno bipolar no siempre son claras. Los científicos están tratando de obtener más información sobre el trastorno a través de estudios. Estas investigaciones quizás puedan ayudar a los médicos a predecir si una persona sufrirá del trastorno bipolar. Algún día, quizás también puedan ayudar a los médicos a prevenir la enfermedad en algunas personas.

Ansiedad

Trastorno de ansiedad

¿Cuáles son las principales clases de trastornos de ansiedad?

Hay varios tipos principales de trastornos de ansiedad. Cada uno tiene características particulares.
  • Las personas con trastornos de ansiedad generalizados tienen miedos o preocupaciones recurrentes como, por ejemplo, la salud o la situación económica, y con frecuencia tienen una sensación constante de que algo malo está por suceder. La causa de estos sentimientos intensos de ansiedad puede ser difícil de identificar. Sin embargo, los temores y preocupaciones son muy reales e impiden muchas veces que las personas se concentren en sus tareas diarias.
  • El trastorno de pánico implica sentimientos repentinos, intensos y no provocados de terror y pavor. Por lo general, las personas que tienen este trastorno desarrollan mucho miedo respecto a cuándo y cómo se producirá su próximo ataque de pánico, y en consecuencia a menudo limitan sus actividades.
  • Un trastorno relacionado incluye fobias, o miedos intensos, respecto a determinados objetos o situaciones. Las fobias específicas pueden incluir situaciones como encontrarse con determinados animales o volar en avión, mientras que las fobias sociales incluyen miedo con relación a entornos sociales o lugares públicos.
  • El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por sentimientos o pensamientos persistentes, incontrolables y no deseados (obsesiones) y rutinas o rituales que realizan las personas para tratar de evitar o para liberarse de estos pensamientos (compulsiones). Ejemplos de compulsiones comunes incluyen lavarse las manos o limpiar la casa en exceso por temor a los gérmenes, o verificar algo una y otra vez para detectar errores.
  • Algunas personas que tienen graves traumas físicos o emocionales, como por ejemplo, los producidos por un desastre natural o un accidente o delito grave pueden experimentar un trastorno de estrés postraumático. Los pensamientos, sentimientos y patrones de conducta se ven seriamente afectados por recuerdos de estos sucesos, a veces durante meses o incluso años después de la experiencia traumática.
Los síntomas como el temor extremo, falta de aire, taquicardia, insomnio, nauseas, temblores y mareos son comunes en estos trastornos de ansiedad. Aunque pueden producirse en cualquier momento, los trastornos de ansiedad surgen con frecuencia en la adolescencia o en el inicio de la adultez. Hay algunas evidencias de que los trastornos de ansiedad son hereditarios. Aparentemente, los genes, así como las primeras experiencias de aprendizaje en las familias, hacen que algunas personas sean más propensas que otras a padecer estos trastornos.

Hipocondria

Hipocondria:


Eliminar nuestras sensaciones: hipocondría
En las sensaciones rige una ley similar a la que hemos citado con los pensamientos: cuando no queremos sentirlas, permanecen. Por ejemplo, cuando estás leyendo estás líneas, el resto de lo que tienes alrededor seguramente no existirá para ti, pero en realidad puedes percibirlo, quizás con menos nitidez y claridad porque no está en tu foco de atención, pero está ahí. Y ahora que se te ha llamado la atención sobre ello, seguramente no podrás dejar de darte cuenta del resto de la página, ni de todo lo demás que ves, de todos los estímulos que llegan a ti desde lo que te rodea, más allá de estas líneas. Si luchas para conseguir no notarlos, se harán más presentes, siguiendo la misma lógica de lo que ocurre con nuestros pensamientos. Si alguno de los elementos que hubiese cerca de ti fuera un tigre suelto, las posibilidades de apartar la vista de él serían mucho más pequeñas. Solamente cuando no nos importa percibir algo, pueden venir otros estímulos a sustituirlo o podemos elegir fácilmente otro foco para nuestra atención.
Es más fácil huir de las sensaciones externas que de las internas. Por ejemplo, para dejar de ver algo que nos desagrada podemos girar la cabeza y no mirar. Las internas las llevamos dentro y no podemos dejar de sentirlas. Veamos otro ejemplo: hasta este momento seguramente no notábamos que teníamos lengua, pero nada más mencionarla se hace presente y la sentimos claramente y no podremos olvidarla por mucho que nos esforcemos. Si nos empeñamos en dejar de sentir la lengua, no lo conseguiremos. Solamente dejando cualquier lucha para olvidarla y dedicándonos a lo que estábamos haciendo, la sensación dejará nuestra conciencia en unos momentos.
Hipocondría
Ante una determinada sensación nos puede ocurrir que el nombre que nos venga a la mente sea muy amenazador. Podemos pensar, por ejemplo: “¿Y si fuera un cáncer?”. Si, para no sentir ansiedad, caemos en la tentación de querer asegurarnos cien por cien de que no es así podemos empezar a chequear frecuentemente si la sensación está o no presente. Sabemos que si la sensación está, por mucho que chequeemos no se va a ir. Es más, que si la buscamos la encontraremos, como nos ocurre con los picores. Veamos, por ejemplo, cómo el estar vigilantes para comprobar el funcionamiento del corazón puede introducirnos en uno de esos círculos viciosos: supongamos que notamos algo raro en nuestros latidos y dirigimos toda nuestra atención a ellos para comprobar que no nos va a dar un infarto. Al incrementar nuestra atención para detectar un peligro solemos detener la respiración. Cuando detenemos la respiración durante un rato, disminuye el oxígeno disponible en nuestro cuerpo y el corazón ha de latir más deprisa para mandar la cantidad de oxígeno que requieren nuestros músculos, posiblemente aumentada por la tensión que tenemos en ese momento. Al sentir más latidos, temeremos más el infarto e incrementaremos la atención, entrando así en un círculo vicioso. Podemos tomar medidas más serias, como acudir a un médico para que nos diga que no es nada. Cuando lo haga, puede que nos quedemos tranquilos y que dejemos de observarnos. Pero, si seguimos intentando estar absoluta y completamente seguros, pronto volverán nuestras dudas, porque la sensación está ahí; aunque nos han dicho que no era nada no nos han dado explicación para ella y nuestro miedo nos impulsará a seguir pensando que puede ser un cáncer. Es posible que pensemos que el médico no ha sido capaz de entendernos, que no le hemos dado toda la información, que ha pasado un tiempo y que puede que ahora se haya desencadenado la enfermedad o que no nos ha hecho la prueba adecuada. Nos habremos convertido en aprensivos o hipocondríacos.


Ejercicios para vencer la aprensión y la hipocondría
Con base en los procesos descritos y tomando como referencia la terapia de aceptación y compromiso, el "Curso Terapéutico de Aceptación I y II" incluye una serie de ejercicios ordenados que fomentan la flexibilidad psicológica necesaria para no caer en la hipocondría, la aprensión y otros trastornos psicológicos.


Problemas de Pareja

Problemas de Pareja:

Los conflictos en la pareja generan problemas de salud en los miembros de la pareja y los hijos. se analiza la situación de la pareja como institución en la sociedad actual, como se estructura interna y externamente la pareja, se repasan también las áreas de conflicto más comunes, qué y como se desencadenan, la forma que toman y como se resuelven. También se mencionan los avances que se han dado en la terapia cognitivo conductual de pareja en los últimos tiempos.

Importancia del conflicto en la pareja

Las estadísticas dicen que los casados viven más y con mayor calidad de vida,... si no hay conflictos. Pero los conflictos: enferman mental (depresión, trastorno bipolar, bebida, violencia,..) y físicamente (corazón, cáncer, enfermedades inmunológicas, dolor crónico...). Hasta aumentan la probabilidad de accidentes de tráfico, incluidos los mortales.
Los conflictos en la pareja generan también problemas en los hijos (problemas de conducta, depresión y problemas para alcanzar la intimidad en el futuro).

Situación social de las relaciones de pareja

Los medios de comunicación nos transmiten un mensaje que parece indicar que la forma de vivir mejor no es la pareja y de hecho así se va plasmando en la sociedad. Mientras que en los años 70 el 70% de los hogares americanos los ocupaba un matrimonio actualmente solamente son el 50%. Pero muchas otras cifras no son tan ciertas. Nos dicen, por ejemplo, que se divorcian más personas que se casan, lo que es falso, en nuestro país al menos. En el año 2000 se separaron un 30% del número de parejas que se casaron.
Se dan parejas de hecho y formas de relación muy largas, siendo “novios” y viviendo cada uno en su casa, compartiendo solamente el tiempo libre, son formas que permiten relaciones con un menor compromiso.
Podríamos estar tentados de atribuir estos procesos exclusivamente a la falta de preparación psicológica para afrontar los problemas y conflictos que son inherentes a vivir en pareja en el momento actual. Pero seguramente fenómenos sociales tienen explicaciones y orígenes sociales.
La sociedad marca la pareja que quiere o que necesita. No tenemos más que considerar la influencia de factores positivos como los avances de la mujer hacia la igualdad social con el hombre y su integración en el proceso productivo; y otros no tan positivos como la ideología hedonista, establecida para mantener un gran nivel de consumo, o la falta de apoyo social al desarrollo de la familia, que pone grandes dificultades laborales para el cuidado de los hijos, y que llevan a considerar tener descendencia como una carga insoportable, junto con otros elementos como las condiciones precarias de trabajo, que por una parte disuaden de establecer compromisos a largo plazo, como tener hijos o comprar un piso, y por otra establecen jornadas interminables que contribuyen de forma determinante a incrementar las barreras de comunicación en la pareja. Son todos factores sociales que configuran la forma de la pareja que se puede dar en nuestra sociedad.

Estructura de la pareja

Actualmente la base sobre la que se forman casi todas las parejas es el enamoramiento. El enamoramiento es una emoción y tiene un fuerte componente de pasión, afecto, ternura, sexo. Por eso uno de los principales objetivos de la pareja hoy es hacerse la vida agradable. Pero una emoción es pasajera, porque está sometida a la ley de la habituación. Todos sabemos que el enamoramiento se pasa y muchas parejas, basadas solamente en esa emoción se disuelven, "se pierde la ilusión"; "no se siente lo mismo". Sin embargo, el amor apasionado de los comienzos es una vía inmejorable para conseguir mantener la pareja.
Para ello es preciso desarrollar la intimidad y la validación. Intimidad supone abrirse y contar cosas que, en otras circunstancias, podrían usarse en contra nuestra y recibir aceptación por parte del otro. Cuando estamos enamorados nos ponemos completamente en manos de nuestra pareja y de esta forma construimos la intimidad.
También decidimos compartir más cosas con el otro y vamos comprometiéndonos ante la sociedad, se guarda fidelidad, se comparte el tiempo, se entrega el cuerpo, se comparten bienes materiales como un piso, etc. finalmente se adquiere un compromiso de vida en común, que puede estar o no refrendado socialmente. Se construye así el compromiso que es la decisión de permanecer en la relación pese a los problemas que vayan surgiendo, luchando con todas las fuerzas posibles para resolverlos.
Según se van compartiendo más elementos se tiene va construyendo un método para tomar decisiones y se establece una estructura de poder, que puede ser más o menos democrática, pero siempre aceptada por los dos. La toma de decisiones es una de las fuentes de conflicto importantes en la pareja.
Para tener intimidad, para tomar decisiones, y para convivir es preciso saber comunicarse, escucharse y respetarse. Para resolver los problemas también. La capacidad de comunicarse y de resolver los conflictos es fundamental para la continuidad de la pareja.
Otro aspecto muy importante es el apoyo mutuo. Se plasma en la fórmula de estar juntos en la salud y la enfermedad, en las alegrías y en las tristezas. El otro es el principal sostén ante las dificultades y amenazas de la vida y el apoyo en el desarrollo personal y social.
Nuestro aprendizaje de cómo es en la pareja ese apoyo mutuo se da dentro de la familia en la que nacimos. Una de las primeras conductas que desarrollamos en ella es la de apego. Definida como la búsqueda de protección ante amenazas externas y, en el niño, se concreta de forma principal en buscar la protección de la madre.

Áreas de conflicto

Las áreas de conflicto afectan a todos los componentes que se han listado de la estructura de la pareja.

El poder

Teniendo en cuenta las responsabilidades: quien se encarga de hacer las cosas y quien decide lo que hay que hacer. Estas decisiones abarcan aspectos tan fundamentales como: Las finanzas, el cuidado de los hijos, las relaciones sociales, etc.

La intimidad

La intimidad se construye con una separación de la familia de origen, dando prioridad al otro en la autorrevelación y en la toma de decisiones. Por eso uno de los temas más conflictivos se da en las relaciones con la familia de origen,

La pasión, el afecto, la sexualidad

El amor va sustituyendo al enamoramiento, la pasión inicial va dando paso a la intimidad y al cariño, pero no por eso se puede perder la atracción que se siente por el otro como objeto y sujeto sexual.

Comunicación

Cuando se producen los conflictos y se enquistan se producen patrones de comunicación que perpetúan el problema y conducen finalmente a la separación.

Desencadenantes de los conflictos

En circunstancias normales las parejas, aunque no sean felices, se amoldan y no surgen los conflictos, estos aparecen cuando se dan circunstancias importantes de cambio, es decir, situaciones estresantes como:
Cambios laborales tanto negativos como positivos: paro, ascensos;
  • La jubilación.
  • Enfermedades;
  • Problemas económicos,
  • La paternidad/ maternidad,
Cuando los hijos se van de casa o simplemente se hacen mayores y dejan más tiempo libre a la pareja.
Todos, positivos y negativos, son fuentes de estrés que exigen a la pareja poner en marcha sus habilidades de comunicación y de resolución de conflictos, además de la motivación para mantenerse juntos y la capacidad de reconocer las debilidades delante del otro y que el otro las reciba sin castigarlas.

Forma de los conflictos (Conductas)

En los conflictos se establecen formas de conductas que se hacen crónicas y agravan los problemas, algunos de ellos son:

Reciprocidad negativa.

El más problemático es cuando a una comunicación negativa se responde generalmente con otra comunicación negativa por parte del otro estableciéndose una reciprocidad en la negatividad que puede acabar en una escalada de violencia. Es la justicia del ojo por ojo.

Se discute acerca de la propia relación.

Uno de los métodos que se utilizan para resolver los problemas de comunicación es el empleo de la metacomunicación, es decir, reflexionar sobre la forma en que se está dando la comunicación. Por ejemplo, se dice “no me estás escuchando” para intentar que haya una escucha, pero el mensaje no verbal agresivo va acompañado, en general, por un componente no verbal agresivo, y el que responde lo hace al componente agresivo, lo que lleva a más discusiones, metiéndose en un círculo vicioso. En los matrimonios sin problemas contestan a la metacomunicación y no al componente emocional

La mujer ataca y el hombre evita o calla.

Este patrón se da cuando la mujer da respuestas hostiles mientras que el hombre se retira o no contesta, ante lo que la mujer incrementa su hostilidad porque no se solucionan los problemas. En esta escalada el hombre, quizás constitucionalmente tiene una reacción fisiológica más negativa y la aguanta menos.

Los cuatro jinetes del Apocalipsis

La crítica, que lleva al Desprecio que ocasiona una Actitud Defensiva Constante son tres de los cuatro jinetes del Apocalipsis de la pareja. El cuarto es la habilidad para no escuchar al otro, o se le deja hablar sin hacerle caso o se habla tanto que no se le deja meter baza.
Todos estos patrones de conductas pretenden la mayoría de las veces resolver el conflicto, pero no solamente no lo resuelven, sino que lo perpetúan y la propia interacción se convierte en el problema que lleva a la separación. No siempre los conflictos llevan a la ruptura. Se ha reportado un tipo de conflictos en los que el marido se enfada e inicia la discusión con ánimo de resolver el problema. Cuando se tiene éxito, la relación puede salir fortalecida,  en estos casos el conflicto vivido por los hijos no es negativo para ellos, incluso puede ser una ocasión para aprender a ser asertivos

Forma de los conflictos (Pensamientos)

Atención selectiva.

Las parejas en conflicto solamente se fijan en las conductas negativas del otro y tienden a no ver o a disminuir la importancia de las conductas positivas.

Atribuciones.

La atribución del problema a determinadas causas se ve como un elemento necesario para su solución, pero si no se hacen las atribuciones correctas se asegura el conflicto. Por ejemplo cuando se echa buscan culpables o se achacan los problemas a malas intenciones que nunca se pueden probar o a elementos que no se pueden cambiar como la propia personalidad.

Expectativas:

Si aparece una discrepancia entre lo que creen los esposos que debería ser el matrimonio y lo que perciben que es, tanto en cualidad como en cantidad, los problemas están asegurados. Se plasma en frases como “Esto no tiene solución”. “Debería ser así”

Ideas irracionales:

Algunas ideas aparentemente normales pueden se un foco de conflictos solamente por no ser conscientes de que lo que se piensa no es racional.  Algunas de estas ideas son: Estar en desacuerdo es destructivo de la relación, los miembros de la pareja deben ser capaces de averiguar los deseos, pensamientos y emociones del otro, uno debe ser un compañero sexual perfecto del otro, los conflictos se deben a diferencias innatas asociadas al sexo.

Solución de los conflictos

La propuesta de la terapia de pareja cognitivo conductual para resolver los conflictos pasa por:
  • Aumentar el intercambio de conductas positivas.
  • Entrenamiento en habilidades de comunicación y resolución de problemas.
  • Cambiar el patrón de reciprocidad negativa introduciendo conductas positivas frente a la negatividad.
  • Cambios en las Atribuciones, expectativas e ideas irracionales cuando es necesario.
Estos componentes constituyen la terapia de pareja cognitivo conductual clásica, que está clasificada como una terapia con evidencia probada de eficacia. Los datos indican que la gran mayoría de las parejas que acuden a terapia, alrededor del 75%  informan de una mejora en la satisfacción matrimonial. Cuando se contrasta con grupos de control de lista de espera los resultados son siempre positivos, quizás debido a que si no existe intervención los problemas se van incrementando. Sin embargo, cuando se tiene en cuenta si la mejora afecta no solamente a la disminución del conflicto, sino a la mejora de la evaluación de la relación por parte de los dos miembros, los resultados no son tan espectaculares; revisando la literatura sobre la eficacia, llega a la conclusión de que, siendo estrictos, menos del 50% de las parejas que acuden a terapia cambian de un estado de estrés a un estado de armonía. Otro aspecto oscuro es la cantidad de recaídas que se contabilizan, entre el 30% y 50% de los que mejoran.

Avances en la terapia de pareja cognitivo conductual

Aumento de la intimidad. Para lo que se potencia

La aceptación, por medio de la cual el miembro de la pareja que quiere que se realice un cambio acepte desde un nuevo punto de vista que el otro no lo realice y, sin embargo, aquello que era inaceptable e intolerable se convierta en algo no deseable, pero entendible y tolerable.
La compresión de las motivaciones inconscientes del otro.

Incremento de la pasión: sexo y afecto.

Para lo que se emplea la terapia sexual dirigida no tanto a resolver problemas como a incrementar la satisfacción dentro de la normalidad.

El apego como motivo en la pareja.

El compromiso de ayudarse en todo instante es uno de los más importantes motivos que existen para mantener la pareja. En ello están implicadas emociones muy básicas que se insertan en la debilidad más íntima del ser humano, hacerlo explícito y potenciarlo es una forma de motivar la permanencia de la pareja y la resolución de conflictos.

¿Es el divorcio una solución a los conflictos?

Si se consigue una separación amistosa que acaba con los conflictos las consecuencias negativas de estos disminuyen, aunque no desaparecen del todo. Sin embargo, muchas veces el divorcio no es más que un paso en una escalada de odio que lleva a un miembro de la pareja a seguir centrando su vida en machacar al otro. En esos casos, indudablemente no es la solución.
En todo caso si se llega a ese extremo es muy importante llegar a una separación amistosa por medio de expertos en mediación.
Se ha comprobado que no se aprende, los que se divorcian y se casan de nuevo se vuelven a divorciar con más probabilidad que los que se casan por primera vez.