sábado, 9 de noviembre de 2013

Trastornos del Estado de Ánimo

 ¿Experimenta estados de ánimo intensos?

¿Algunos días se siente muy feliz y con mucha energía y otros muy triste y deprimido? ¿Le duran estos estados de ánimo una semana o más? ¿Le es difícil dormir, concentrarse, o ir a trabajar debido a estos cambios de ánimo?
Algunas personas que experimentan estos síntomas sufren del trastorno bipolar, una grave enfermedad mental.




Depresión:                      


Los trastornos del ánimo son un grupo heterogéneo y prevalente de enfermedades médicas multisistémicas, que se manifiestan con grados variables de depresión, euforia o irritabilidad y se asocian a un significativo deterioro físico y social.
Los trastornos del ánimo se manifiestan clínicamente a nivel de:
-las emociones (sentimientos o sensaciones subjetivas),
-la conducta (actitudes o formas de actuar en la vida cotidiana)
- el funcionamiento neurovegetativo (funciones y ritmos biológicos básicos).En años recientes, diferentes corrientes de la psiquiatría han convergido, alcanzando substanciales consensos, que se han ido plasmando en los rigurosos sistemas nosológicos actualmente en vigor (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM-IV; y Clasificación Internacional de Enfermedades, ICD-10).


Animo, afecto y episodio anímico


El ánimo es el estado mantenido de emocionalidad interna de una persona, mientras que el afecto es la expresión externa de un cierto contenido emocional en un momento dado. Es normal experimentar un amplio rango de ánimos y afectos, respondiendo a condicionantes externos e internos. Generalmente existe la capacidad de controlar sus manifestaciones; cuando el ánimo de una persona se enferma y se produce un episodio anímico, existe una pérdida de esa sensación de control, aparece aflicción subjetiva, alteraciones neurovegetativas y cambios persistentes en la capacidad funcional del individuo. Por lo general, el individuo retorna a su normalidad anímica, una vez superado el episodio.


Cambios en algunos aspectos emocionales, como la tristeza durante un duelo o la aflicción subjetiva en momentos difíciles o de cambio, no constituyen necesariamente enfermedad. Por otra parte, es común que se trivialice o minimice la existencia de alteraciones patológicas del ánimo. Aún existe escepticismo acerca de la naturaleza médica de los trastornos del ánimo, aunque esté demostrado que son enfermedades sindromáticas, recurrentes, heredables y altamente tratables con tratamientos somáticos (eficacia terapéutica que se potencia al asociar tratamiento psicoterapéutico).


Un episodio anímico puede ser de elevación patológica (episodios de manía e hipomanía) o de caída o disminución patológica del ánimo (episodio depresivo mayor y distímico). La naturaleza del episodio presente y la de eventuales episodios anímicos previos, determinan qué tipo de trastorno del ánimo sufre un individuo.




Trastorno bipolar:



                                           


El trastorno bipolar también puede provocar cambios en la energía y el comportamiento.
El trastorno bipolar no es lo mismo que los altibajos que experimentan todas las personas. Los síntomas bipolares son más potentes. Pueden dañar las relaciones entre personas y hacer que sea más difícil ir a la escuela o conservar un empleo. También pueden ser peligrosos. Algunos personas que sufren del trastorno bipolar intentan hacerse daño o suicidarse.
Los que sufren del trastorno bipolar pueden obtener tratamiento. Con ayuda pueden mejorar y llevar vidas exitosas.
Los cambios de estado de ánimo bipolares se llaman “episodios anímicos”. Las personas pueden tener episodios maníacos, depresivos, o “mixtos”. Un episodio mixto incluye síntomas tanto maníacos como depresivos. Estos episodios anímicos provocan síntomas que duran una semana o dos y a veces más. Durante un episodio, los síntomas se presentan todos los días durante la mayor parte del día.
Los episodios anímicos son intensos. Las emociones son fuertes y ocurren junto con cambios extremos en los niveles de comportamiento y energía.


Sentirse muy “alegres” o “animados”
Sentirse muy “nerviosos” o “alterados/ansiosos”
Hablar muy rápido de muchas cosas distintas
Estar inquietos, irritados, o “sensibles”
Tener problemas para relajarse o dormir
Creerse capaz de hacer muchas cosas a la vez y estar más activos de lo común
Hacer cosas arriesgadas, como gastar mucho dinero o tener sexo sin cuidado alguno
Los que sufren un episodio depresivo pueden:
Sentirse muy “deprimidos” o tristes
Sentirse preocupados y vacíos
Tener problemas para concentrarse
Olvidarse mucho las cosas
Perder el interés en actividades divertidas y volverse menos activos
Sentirse cansados o sin energía
Tener dificultad para dormir
Pensar en la muerte o el suicidio
Varios factores pueden contribuir al trastorno bipolar, entre ellos:
Los genes, porque la enfermedad es hereditaria
La anormalidad en la estructura y función del cerebro
Las causas del trastorno bipolar no siempre son claras. Los científicos están tratando de obtener más información sobre el trastorno a través de estudios. Estas investigaciones quizás puedan ayudar a los médicos a predecir si una persona sufrirá del trastorno bipolar. Algún día, quizás también puedan ayudar a los médicos a prevenir la enfermedad en algunas personas.

0 comentarios:

Publicar un comentario